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Un día de esquí cualquiera por la tarde: la pendiente, que por la mañana todavía está bien acanalada y con buen agarre, es como una pendiente con baches, debajo acechan las placas de hielo y el sol está bajo. Desafortunadamente, a menudo las caídas forman parte del paisaje. Por eso es importante proteger lo que hay que proteger. Aunque ahora el casco es obligatorio, pocos esquiadores usan un protector. Este sustituye a una capa de ropa, es transpirable, cómodo de llevar y protege la columna vertebral de las lesiones más graves. Con PROSHIELD, Alpina lleva a un nivel superior los protectores de iniciación. Para que los protectores también se conviertan en la norma cuando se esquía.
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